viernes, 15 de enero de 2010

MADAME BUTTERFLY


MADAME BUTTERFLY
Pinkerton, un oficial de la Marina estadounidense que pasa una temporada en Japón, celebrando junto al cónsul norteamericano, Sharpless, su próxima boda -que será ficticia- con una geisha de 15 años: Cio-Cio-San, conocida como Madame Butterfly. Ella ha renunciado a su religión para abrazar el cristianismo, y eso le ha costado el repudio de los suyos. Tras la boda, Pinkerton la consuela, y ambos cantan un dúo de amor, uno de los más largos y bellos escritos por Puccini, con el que se cierra el primer acto.
En el segundo acto, Pinkerton deja plantada a la geisha con un hijo de ambos en su seno. Pero Butterfly espera ingenuamente la llegada de su amado.
El cónsul americano, Sharpless, visita a Butterfly con la intención de comunicarle que Pinkerton se ha casado con una norteamericana, por lo que Butterfly no debe esperarle más y aceptar casarse con el príncipe Yamadori, que la sacará de la miseria. Viendo su tremenda fidelidad hacia Pinkerton, el cónsul es incapaz de darle a conocer la verdad. De repente, un cañonazo anuncia la llegada del barco del norteamericano. Entonces una ilusionada Butterfly se lanza a llenar de flores la casa.
En el tercer acto, llegan hasta la casa de Butterfly, Pinkerton y... la esposa americana del oficial, con la idea de llevarse al niño. Al ver la casa engalanada como el día de su boda con Butterfly, Pinkerton se avergüenza de su conducta. Cuando Butterfly descubre la realidad, saca el puñal de su padre, en cuya hoja reza: Con onor muore, y tras despedirse emocionada del hijo, lo entrega a los americanos y se hace el harakiri.

viernes, 1 de enero de 2010

NESSUN DORMA (El aria más famoso de Puccini)


TURANDOT
Turandot, la Pura, será la esposa de aquel que, siendo de sangre real, resuelva los tres enigmas que ella le propondrá. Pero el que afronte la prueba y resulte vencido ofrecerá al hacha su cabeza soberbia.
Así reza el edicto impuesto por la bella pero fría y sanguinaria princesa Turandot y que ha llevado a la muerte a decenas de aspirantes subyugados por su inigualable belleza. El príncipe Calaf se ha sometido a la difícil prueba y ha logrado resolver los tres misteriosos enigmas de Turandot. ¿Cuáles son? la esperanza, la sangre y el último, el hielo. Ahora le toca reclamar la mano de la fría princesa, quien ha quedado a merced del hasta entonces desconocido vencedor. Pero la derrotada princesa se rehúsa a cumplir con el juramento sagrado que la obliga a ser esposa del hombre que adivine sus enigmas, por lo que ruega a su padre, el emperador de China, que no la entregue al extranjero.
El desconocido príncipe, viendo temblar de miedo a la princesa por primera vez, le propone un enigma: “No sabes mi nombre, dime mi nombre... dime mi nombre y al alba moriré”. Turandot ordena que habrá pena de muerte a todo el mundo que sepa el nombre del príncipe y no lo diga.
Nessun dorma (Nadie duerma). Los heraldos de la princesa Turandot esparcen el decreto por todo Pekín. Nadie dormirá esa noche hasta que se encuentre a alguien que conozca el nombre del extranjero.
Mientras Turandot y sus guardias recorren la ciudad atemorizando a la gente en su afán de descubrir el nombre de Calaf, éste, posado en una escalera, contempla las estrellas y, seguro de su victoria, espera con ansia la llegada de la mañana.
Turandot, profundamente consternada por haber sido vencida por el Príncipe, llora por primera vez y le pide a éste que victorioso la deje, pues aún no ha podido conocer su nombre. El príncipe entonces se lo dice: es Calaf, hijo de Timur. Ahora ella, si quiere, puede matarlo.
La breve escena final ocurre ante el palacio, donde la multitud rinde homenaje al Emperador. Turandot trae a Calaf, y dice a su padre que ya conoce el nombre del extranjero: Su nombre es Amor, dice ella, y el pueblo canta lleno de júbilo.